Qué es
Cada año, las familias y empresas sudamericanas desechan alrededor de 180 millones de toneladas de desechos orgánicos, como restos de comida y recortes de jardín. Cuando las bacterias descomponen estos desechos, generan metano. El compostaje reduce las emisiones de metano de estos desechos orgánicos en un 50-90% al transformarlos en compost, el cual puede nutrir el suelo.
Dónde se puede implementar
¡En cualquier lugar y lugar donde las comunidades generen desechos orgánicos! Los desechos orgánicos incluyen desechos de alimentos, servilletas, envases de alimentos de papel o cartón de residencias, restaurantes, fábricas de alimentos y otros negocios, así como desechos de jardín y estiércol de ganado (los desechos orgánicos de las actividades agrícolas se tratan por separado en las soluciones agrícolas).
Cómo funciona
Los microorganismos, insectos o bacterias se alimentan de desechos orgánicos y los descomponen en compost, un material similar a la tierra que se puede usar como fertilizante o suelo. Para ser efectivos, los sistemas de compostaje deben estar tibios, húmedos y bien aireados. Pueden operar en ambientes fríos y calientes; se produce calor a medida que se descomponen los desechos.
El compostaje puede ser centralizado o descentralizado, según las necesidades de cada comunidad. Por ejemplo, los desechos de comida y jardín de los hogares y negocios pueden recolectarse en contenedores de compost y enviarse a centros de compost ubicados junto a los rellenos sanitarios existentes. Dichos desechos también se pueden compostar en el sitio, con equipos de compostaje en hogares y negocios, o en centros de compostaje más pequeños ubicados en una comunidad.
Los sistemas de compostaje varían ampliamente. Las comunidades pueden implementar diferentes sistemas para satisfacer diferentes necesidades. Hay cuatro tipos de sistemas.
- Vermicompostaje: En estos sistemas las lombrices se alimentan de restos de comida, papel y recortes de jardín para producir compost en tres o cuatro meses. Dichos sistemas funcionan bien en el sitio y en una escala más pequeña, como en apartamentos, oficinas pequeñas y escuelas.
- Compostaje en hileras aireadas (volteadas): En los sistemas de compostaje en hileras aireadas o volteadas, los residuos orgánicos se organizan en filas de pilas (llamadas "montones") y se airean volteándolas periódicamente, ya sea manual o mecánicamente. El compostaje en hileras volteadas es adecuado para grandes volúmenes de desechos diversos, incluidos recortes de jardín, grasa, líquidos y subproductos animales, generados por comunidades enteras o en negocios de procesamiento de alimentos de gran volumen. Los sistemas de hileras aireadas requieren grandes áreas de terreno y requieren mucha mano de obra.
- Compostaje en pilas estáticas aireadas: En el compostaje en pilas estáticas aireadas, los residuos orgánicos se apilan con capas de agentes voluminosos apilados de forma suelta, como astillas de madera o papel periódico triturado, que permiten que el aire pase de la parte superior a la inferior de la pila. El movimiento del aire puede estar respaldado por una red de tuberías o sopladores de aire con temporizadores y sensores de temperatura. Este método produce compost en tres a seis meses. Se puede utilizar para desechos sólidos municipales, incluidos restos de comida, productos de papel y recortes de jardín, pero no para subproductos animales ni grasa del procesamiento de alimentos. Es más caro de instalar y mantener.
- Compostaje en recipiente: El compostaje en recipiente implica colocar los desechos orgánicos en un recipiente, como un tambor, silo u hormigón, en el que se puede controlar la temperatura, la humedad y el flujo de aire, y los desechos se airean mezclándolos mecánicamente. Este método es rápido, puede producir compost en cuestión de semanas y puede procesar grandes volúmenes de desechos utilizando menos espacio que los sistemas de hileras volteadas. Los sistemas de compostaje en recipientes varían en tamaño: pueden ser lo suficientemente pequeños para caber en un restaurante y lo suficientemente grandes para procesar desechos en grandes instalaciones de producción de alimentos. Los sistemas en recipientes minimizan las emisiones fugitivas de metano del compostaje, pero son más costosos que otras opciones.
Quién lo está haciendo
Las comunidades de Sudamérica han adoptado sistemas de compostaje, que varían en tamaño y costo según las necesidades locales. Por ejemplo, Buenos Aires tiene un sistema de compostaje central para los residuos orgánicos de toda la ciudad. El sistema está ubicado en el galardonado Parque Ambiental de la Ciudad, que procesa desechos de toda la ciudad y actúa como un centro educativo sobre el manejo sostenible de los desechos. Además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la ciudad también está motivada por el costo creciente de enviar los desechos a vertederos y el daño ambiental que genera.
Por el contrario, la ciudad de São Paulo, Brasil, creó un sistema de compostaje semilocal con cinco patios de compostaje para gestionar los residuos orgánicos en toda la ciudad. En lugar de seleccionar un sistema costoso de alta tecnología, la ciudad seleccionó cobertizos de compostaje hechos de materiales orgánicos, que son significativamente más baratos y se pueden construir más rápidamente. Al ubicar patios de compostaje en todo São Paulo, la ciudad acortó la distancia entre la fuente de los desechos y el sitio de eliminación, lo que redujo las emisiones del transporte de residuos.
Consideraciones de política pública
Leyes, políticas y regulaciones
Los gobiernos de todos los niveles pueden adoptar leyes, políticas y marcos regulatorios para apoyar la adopción del compostaje. Los gobiernos nacionales pueden desarrollar estrategias y políticas nacionales, incluidas directrices, herramientas, objetivos nacionales, incentivos financieros y fiscales, así como exigir a todos los municipios que desarrollen planes de gestión de residuos sólidos que incorporen el compostaje. Los municipios responsables de la gestión de los residuos sólidos pueden desarrollar políticas, planes y programas locales enfocados en desviar los residuos orgánicos de los vertederos y compostaje. Algunas autoridades pueden optar por prohibir los residuos orgánicos en los rellenos sanitarios.
Comunicación y educación
Educar y comunicar al público sobre la importancia del compostaje y sus beneficios, así como separar los desechos orgánicos de otras fuentes es esencial para el éxito de las iniciativas de compostaje. Los programas de educación pública también pueden incluir talleres u otros recursos para ayudar a los ciudadanos a preparar su propia compostera doméstica.
Por ejemplo, Cajicá, una pequeña ciudad en el área metropolitana de Bogotá en Colombia, lanzó su programa de compostaje en 2008 junto con una campaña integral de educación pública de cinco años, que incluye juegos, actividades prácticas, carteles, folletos, videos, talleres, iniciativas en escuelas y más, para educar al público sobre cómo y por qué hacer compost. El componente educativo dio forma al éxito del programa, convirtiendo a Cajicá en una de las cinco ciudades seleccionadas por las Naciones Unidas en 2017 como un ejemplo de enfoques sólidos para la gestión de residuos.
Incentivos
Los gobiernos pueden proporcionar incentivos financieros o desincentivos para alentar a las personas a hacer compost. Por ejemplo, los municipios pueden adoptar políticas que requieran que los residentes paguen por exceder una cierta cantidad de basura para proporcionar un incentivo para reducir la basura y aumentar el compostaje y el reciclaje. Los municipios también pueden considerar multar a los residentes por arrojar desechos orgánicos a la basura.
Algunos municipios han encontrado formas creativas de incorporar incentivos. Por ejemplo, la Municipalidad de Curitiba en Brasil entrega alimentos a los residentes a cambio de desechos orgánicos. Al hacerlo, apoya a las pequeñas y medianas granjas locales al mismo tiempo que proporciona productos nutricionales a los residentes de bajos ingresos.
Accesibilidad
Para que las personas puedan compostar, el servicio debe ser accesible. Por ejemplo, los municipios pueden distribuir contenedores de compost y realizar recolecciones en los barrios, o crear lugares en toda la comunidad para dejar el compost. Si un municipio opta por colaborar o contratar operadores privados, también puede trabajar con ellos para garantizar la cobertura en toda la ciudad.