El metano ha sido subestimado durante mucho tiempo por los sistemas mundiales de contabilidad del carbono, que miden todos los gases de efecto invernadero en términos de su comparación con el dióxido de carbono. Este sistema hizo que el metano pareciera menos potente de lo que es, y los políticos lo pasaron por alto durante años.

Mientras tanto, las emisiones de metano continuaron aumentando. Cuando las vacas de todo el mundo eructan. Cuando las comunidades usan gas natural para calentar edificios. Cuando las empresas tiran los restos de comida a la basura. Cuando los agricultores queman los residuos de las cosechas. Cuando se produce una fuga de gas natural por las tuberías. ... La lista continúa.